10 aniversario
de Filópolis
 
 
 
  Africana es la fábula de la rana y el escorpión. Ilustra como la conducta animal está marcada por los instintos o por pautas genéticamente determinadas que se han ido estableciendo en el proceso evolutivo. Ahora bien, a medida que subimos en la escalera evolutiva, las pautas instintivas van perdiendo predominio.

¿La conducta humana está programada o determinada de una manera parecida a la conducta animal? Una respuesta afirmativa dificultaría defender la existencia de la libertad humana.

 
 
     Un escorpión, que deseaba atravesar un río, le dijo a una rana:
 -Llévame a tu espalda.
 -¡Que te lleve a mi espalda! -contestó la rana-. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! ¡Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!
 -No seas estúpida -le dijo entonces el escorpión-. ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
 Los dos animales siguieron discutiendo durante un rato, y el escorpión se mostró tan persuasivo que la rana aceptó cruzar el río con él. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y empezaron la travesía.
 Llegados en medio del gran río, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:
 -¡Ves! ¡Te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?
 -No puedo evitarlo  -contestó el escorpión antes de desaparecer en las glaucas aguas-. Es mi naturaleza.
(Extraído de Jean-Claude Carrière, "El círculo de los mentirosos.
Cuentos filosóficos del mundo entero
")

 
 
  Es evidente que los humanos estamos condicionados biológicamente, socialmente,... Ahora bien, ¿estos condicionantes son tan fuertes que determinan nuestro comportamiento? Esto es lo que mantiene el determinismo; así, si conociéramos el peso de estos factores en una persona podríamos predecir o prever su comportamiento. El indeterminismo, por otro lado, reconociendo el peso de los condicionantes, mantiene que estos no encarrilan invariablemente el comportamiento y que, por lo tanto, éste no es del todo previsible.