Manuscrito encontrado

 

 

 

 

Miguel de Cervantes

 

Cervantes, tras comprar unos manuscritos en árabe, mandó traducirlos a un morisco. Al leer la historia se sintió atraído por los personajes de ésta y decidió editarlo después de añadirle diversos fragmentos.

Así, el autor nos presenta la obra como si fuese un manuscrito que encontró un día mientras paseaba por Alcalá de Toledo de esta forma, Cervantes no se nos presenta como autor, sino como intermediario entre un historiador árabe (Cide Hamete Benengeli) y el traductor de la obra, que se ve obligado a buscar para poder interpretar los papeles que han llegado a sus manos. Con esta técnica (llamada "del manuscrito encontrado") el autor pretende dar verosimilitud a su obra y nos declara que no es su creador, sino que la encontró ya escrita. Así, la trama adquiere visos de ser auténtica.

Posteriormente entregó la novela original, entonces titulada El ingenioso hidalgo de la Mancha, al consejo de Castilla para solicitar licencia para imprimirla.

 

 

 


 

 

 

 

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Seminario de Lengua y literatura españolas. IES ERNEST LLUCH. Barcelona